Este es el hermoso Xoloitzcuintli, el perrito que se lleva a los muertos al Mictlan.

Este es el hermoso Xoloitzcuintli, el perrito que se lleva a los muertos al Mictlan.
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Cuenta la historia que entonces descendían al Mictlan, al inframundo «los que morían de enfermedad, ahora fuesen señores o principales, o gente baja, y el día que alguno se moría, varón o mujer o muchacho… »  Sahagún,  

…y más, hacían al difunto llevar consigo un perrito de pelo bermejo, y al pescuezo le ponían hilo flojo de algodón; decían que los difuntos nadaban encima del perrillo cuando pasaban un río del infierno que
se nombra Chiconahuapan [….] -Dicen que el difunto que llega a la ribera del río arriba dicho, luego mira el perro (y) si conoce a su amo luego se echa nadando al río, hacia la otra parte donde está su amo, y le pasa a cuestas. Por esta causa los naturales solían tener y criar los perritos, para este efecto; y más decían, que los perros de pelo blanco y negro no podían nadar y pasar. Dizque decía el perro blanco: yo me lavé; y el negro decía: yo me he manchado de color prieto, y por esto nos puede pasaros.

Solamente el bermejo podía pasar a cuestas a los difuntos, y así en este lugar del infierno que se llama Chiconaumictlan, se acababan y fenecían los difuntos. Llegaban después delante de Mictlantecuhtli .

La otra parte donde decían que se iban las ánimas de los difuntos es el paraíso terrenal, que se nombra Tlalocan, en el cual hay muchos regocijos y refrigerios, sin pena ninguna; nunca jamás faltan las mazorcas de maíz verdes, y calabazas y ramitas de bledos, y chile verde y xitomates, y frijoles verdes en vaina, y flores.

La cría del xoloitzcuintle: 

Los nahuas, llamaban al perro sin pelo xoloitzcuintli, el más grande de los perros autóctonos, sin pelo, de piel suave y lisa.  Pero habia otros perros, como el chichi o tlalchichi,  xochiocóyotl y telamin o tehuízot~ todas estas clases de perros eran
de varios colores, lisos y manchados; grandes y medianos; unos de pelo largo y otros, corto; de largos hocicos, dientes agudos, orejas cóncavas y pelosas, cabeza grande y corpulentos. Eran mansos y domésticos, con todas las cualidades de nobleza y cariño con las que conocemos a los perros de hoy.

En la época prehispanica había algunas personas que vivían de criar perros.  A los Xolos los hacían dormir cobijados y les untaban una resina llamada óxitl para que se les cayera el pelo,  ya que en la misma camada, algunos nacen con pelo y otros, pelones. Los pelones tienen la particularidad de que les faltan muchos dientes y tienen un grado mas de temperatura corporal, por lo que les es mas fácil sudar, sobretodo del vientre. Estos rasgos se deben a un gen que se transmite a los hijos.

Como su piel es  muy delicada, los nahuas los protegían del sol y del frío untándoles aceite. Tienen hocico aguzado, orejas grandes y puntiagudas (hasta de 10 cm.), como de murciélago, ojos medianos almendrados, desde amarillos hasta negros.
Expresión inteligente y vivaz. Son de colores distintos, oscuros y claros, bronce, gris, negro, a veces con manchas rosadas o café. Casi no ladran ni gimen, por eso se les conoce también como «perros mudos»…

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Créditos: Foto de portada: instagram @elevageduaraisdeschimeres.

Texto: El perro como símbolo religioso entre los mayas y los nahuas. Mercedes de la Garza. Dias de muertos en el mundo Nahuatl prehispánico. Patrick Johansson.