marzo 15, 2024
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Para los purépecha existe la creencia de que los difuntos regresan una vez al año, el primero y dos de noviembre. Las mujeres y los hombres los recibirán en su hogar. Para ello prepararán pan blanco en figuras humanas, símbolo de la presencia del ser querido que habita “en el otro mundo”. Cuando el difunto muere se le eleva una novena, y en el último día, la familia ofrece el pan y comida a la comunidad participante. Petates y metates son utilizados como elementos solemnes de respeto.

Kutau — la casa — es un lugar sagrado donde los muertos, los vivos y los dioses encuentran abrigo. En este, su hogar, las mujeres preparan distintos platillos a base de  juchari tisipeka, (nuestra vida) palabra con la cual designan al maíz, porque así lo consideran. En lengua purépecha el vocablo ahtiziri  se emplea para designar la planta de maíz. Ireri — la mujer — destila la vida, mantiene el fuego y provee el calor del hogar.

En Michoacán le llaman «atole de chaqueta»,  los lugareños lo preparan para «los danzantes negros»..  Los irecha  son los hombres principales, los iuiri  los leñadores  y las «hacedoras de atole» son designadas bajo la voz kamata uri

Existen varias recetas pero todas llevan por lo menos uno de estos ingredientes:

A.- Las cascarillas del cacao.

B.- Las barbas del elote.

Estos ingredientes al ser tostados en el fuego dan a este atole de maíz azul,  ¡un color y aromas únicos!…

Tsiranki kamata

Ingredientes:

  • 1 taza de masa de maíz azul
  • 1 taza de cáscaras de cacao
  • 1 puñado de semillas de chile
  • Un pedazo de caña de maíz
  • 1/2 taza de barbas de elote secos
  • 2 vainas de vainilla
  • 2 litros de agua
  • Canela (opcional)

 

Preparación.

1.- Se nixtamaliza el maíz con ceniza, se le quita el ollejo y se muele en el metate. Enseguida se pone a hervir en agua, sin dejar de remover con una cuchara de madera.

2.- Se cortan en trozos la caña de maíz y se tuestan un poco, luego se muelen para extraerles el jugo que posteriormente se cuela.

3.- Se machaca la cáscara del cacao — o se corta en trozos — y también se tuesta en el comal o en una olla a fuego alto. Atención, esta parte del proceso debe hacerse al aire libre, es decir al exterior ya que la cáscara al quemarse provoca demasiado humo. Aplica el mismo procedimiento para los pelos de elote.

4.- Ya quemadas las cáscaras y los pelos (barbas) del elote, se muelen en el metate o licuadora. Esta preparación se cuela y se agrega al atole junto con las vainas de vainilla molidas con las semillas de chile y el jugo de las cañas de maíz.

5.- Se deja hervir a fuego bajo hasta que tome la consistencia deseada, usualmente se toma bien especito, calientito se sirve en un jarrito de barro.

Buen Provecho.

 

 

 

 

 

Esta receta es de la Colección Cocina Indígena y Popular, CONACULTA.

Foto de portada: Gustavo Romero, Larousse Cocina.

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