«Fuerte pero no quema. Tan aterciopelada al paladar como disfrutable. Pariente dulce del tequila y perfecta para calentar el cuerpo. Solita o acompañada de jugo, café o hasta refresco. Así es la raicilla, producto del suelo de Jalisco y del ingenio de sus agricultores, es una de esas bebidas que despierta sonrisas y acompaña largas charlas.»
Héctor Iván Dueñas González. «El dulce placer de la raicilla.»
El Informador.mx [Guadalajara, Jalisco] Febrero 2017)