Parece igual pero no lo es, únete a la campaña «Un México Transgénico» Slow Food México

Share

En Slow Food decimos NO a los transgénicos

Soya, maíz, algodón y canola, los principales tipos de cultivos de OGM

“Exigimos a las industrias que utilizan Organismos Genéticamente Modificados (OGM) transparentar los verdaderos impactos negativos que están generando en la agricultura ancestral, las semillas nativas, los ecosistemas y las comunidades rurales y urbanas” dijo Andrea Amato, Coordinador de la oficina América Latina y Caribe de Slow Food, durante la presentación de la campaña “Un México Transgénico”.

Los transgénicos son organismos genéticamente modificados (OGM) in-vitro, animales, vegetales o microorganismos, a los que se le han modificado secuencias específicas de adn, y han sido sustituidas por secuencias génicas de otra especie. En los últimos años, los avances genéticos y la agroindustria moderna han desarrollado muchos OGM en laboratorios para ser liberados como productos de consumo masivo a nivel mundial; lo que ha generado fuertes controversias relacionadas con la salud humana, la diversidad biológica, la ciencia y la seguridad alimentaria.

De igual manera, Andrea Amato manifestó que durante muchos años las empresas creadoras de OGM y de sus agroquímicos de control, se han justificado en la premisa de que este tipo de cultivos son la solución para erradicar el hambre mundial. Contradictoriamente, la hambruna y la malnutrición global son consecuencias del ineficaz sistema industrializado de alimentos.

Andrea Amato manifestó que de acuerdo a una investigación realizada por Slow Food para el lanzamiento de la actual campaña Un México Transgénico, actualmente la alimentación mundial está soportada principalmente por los productos industrializados que se obtienen en supermercados, tiendas de conveniencia y misceláneas. “La mayoría de estos alimentos tienen al menos un ingrediente transgénico que no se especifica en su etiqueta, debido a que la industria biotecnológica ha convencido a los gobiernos de ocultar dicha información” indicó.

Dentro de las principales funciones de los cultivos OGM se encuentran: resistir a la aplicación de agroquímicos herbicidas, soportar las condiciones climáticas adversas y generar defensas contra insectos. Sin embargo, el uso masivo de agroquímicos perjudica no solo a las plagas, también a los insectos beneficiosos como las abejas, las mariposas y demás polinizadores; el suelo, el agua y a todos los seres vivos involucrados en el ecosistema, entre ellos, los seres humanos.

Hoy en día las principales empresas productoras de OGM en el mundo son Pioneer Foods, KWS, Bayer-Monsanto, Vilmorin y Syngenta. Sus principales tipos de cultivos de OGM son soya, maíz, algodón y canola.

En el caso particular de México, Alfonso Rocha Robles, Consejero Internacional Slow Food para México y Centroamérica dijo que la controversia principal del uso de maíces transgénicos gira en torno al maíz, ya que más de 10 millones de personas, dependen directamente para su alimentación de este cultivo en diferentes formas (tortillas, esquites, tamales, elotes, atoles, tostadas, entre muchos otros). “En México se ha demostrado que los transgénicos contaminan el resto de cultivos a través del polen, el viento y los insectos”, dijo.

De igual manera, Rocha Robles manifestó que a pesar de que por mandato judicial en el 2013 se suspendió de manera provisional y hasta la fecha la siembra de maíz transgénico, gracias a cincuenta y tres representantes civiles que presentaron la “Demanda Colectiva” en contra de la Sagarpa, la Semarnat y las transnacionales; Monsanto, PHI México, Syngenta Agro y Dow Agrosciences; el Centro para la Seguridad Alimentaria determinó que no existe ninguna legislación nacional vigente que regule el etiquetado de los productos que contengan OGM o que estén elaborados a partir de ellos.

Es por ello que Slow Food a nombre de la ciudadanía mexicana exige al gobierno y a las empresas:  aprobar leyes sobre etiquetado de productos que protejan al consumidor, promover el uso de semillas y técnicas de cultivo tradicionales, respetar las normas oficiales mexicanas en materia de bioseguridad, que prohíben el cultivo de alimentos OGM. Proteger a los agricultores tradicionales de la contaminación genética, permitir el acceso público a información fidedigna sobre los cultivos que realizan las empresas de transgénicos, evaluar los riesgos de los cultivos OGM en toda la República Mexicana, dar a conocer dichos resultados e invertir en la investigación pública, en pro del desarrollo de las técnicas de agricultura sustentable, el impulso de la investigación agropecuaria y forestal que valore y respete las prácticas tradicionales.

¿Qué podemos hacer para detener el consumo de los transgénicos?

Slow Food México, te invita a ser un consumidor consciente. Opta por alimentos locales, de mercados y agricultores a pequeña escala e infórmate de sus métodos de cultivo y producción. Exige cultivos mexicanos agroecológicos, que incentiven la producción de alimentos tradicionales. Practica la agricultura familiar, los huertos urbanos de traspatio son uno de los métodos de cultivo más transparentes, prácticos y sustentables.

Cuando visites los súper mercados evita consumir alimentos procesados, principalmente los que contengan derivados de maíz, soya y trigo. Exige a las empresas transparentar la presencia de OGM que contienen tus alimentos. En caso de consumir productos animales, opta por los procedentes de ganadería extensiva o ecológica.

Slow Food México invita a todos los mexicanos a sumarse a los esfuerzos de socios, colegas, productores y público en general para promover el consumo bueno, limpio y justo.

“Todas las personas en México requieren saber que los transgénicos usan un mayor volumen de productos químicos, que generan nuevos y graves problemas ambientales y de salud, que concentran la propiedad de la tierra, que contaminan cultivos de las economías locales y las culturas indígenas y aumentan la dependencia económica de los agricultores creando desempleo y marginación.


Súmate a esta campaña de Slow Food, Juntos podremos salvaguardar, de la mano de los productores, la soberanía alimentaria de todos los pueblos del mundo”.

Conoce toda la campaña de Un México Transgénico en: 

slowfood.mx/OGM

 

6.879