Si lo que se te antojaba era un Tepache, pasate por esta liga.
En Venezuela se fabrica un vino a partir de la pulpa y jugo de la piña, al que se le agrega azúcar y ácido cítrico. Para fermentarlo, se le agregan levaduras (saccharomyces ellipsoideus) en el mosto. La temperatura de fermentación recomendada es de 25 a 30 centigrados.
Pueden utilizarse los mismos procesos que en la fabricación del vino de uva, sin embargo, debido a su elevado contenido de proteína, el vino de piña no se clarifica espontáneamente, para ello se utiliza un 0,5% de gelatina y 0,5 a 1 % de ácido tánico, seguidos por una decantación, trasegado y filtración.
En Cuba, también se hace Vino de Piña.
Este procedimiento se escribió en los libros desde el siglo XVIII de manos de M. J. Claret, un francés que practicante del método, dejó dicho «es bien sabido que todo líquido azucarado que contenga además el principio vegeto-animal ( levadura) , terminará siendo vino más o menos sabroso».
Este método se puede utilizar para cualquier fruta:
Por cada 90 partes de líquido , se agregarán 10 de azúcar, es decir:
10 % de azúcar
32 al 40 % de zumo de la fruta. Entre más ácido sea, menor la cantidad de zumo a utilizar. En ese caso el 8 % restante se puede compensar con agua y azúcar.
50 % de agua
Reemplazar el azúcar con miel de abejas, si lo que se desea es hacer hidromiel*
Se coloca un barril ( o una olla de barro ) en un espacio con temperatura mas o menos constante. El barril debe llenarse por completo, para que a medida que la fermentación vaya ocurriendo, puedan quitarse las impurezas que subirán a la superficie debido a la acción de la misma fermentación. El líquido extraído debe ser reemplazado con reservas de vino de producciones anteriores.
El barril se cubre con una manta, que se cambiara todos los días, preferentemente. El vino estará listo cuando ya no exista desprendimiento de gas carbónico, entonces se pasa por un cedazo fino. Enseguida se embotella en recipientes esterilizados y se deja fermentar dos a tres semanas mas. Este vino puede ser almacenado hasta por dos años
El libro, no menciona el momento o cantidad de levadura a agregar ( suponiendo que no contamos con un «pie» de vino ) Sin embargo, otras recetas indican que se puede hacer uso de «royal» o levaduras para la panificación. En su defecto se puede agregar una cerveza clara o vino blanco.
La fermentación alcohólica más fuerte es la producida por la levadura del género Saccharomyces ( «hongo del azúcar» ) Los responsables de la fermentación no son las levaduras en si, sino las enzimas que se encuentran en su protoplasma celular ( Jorgensen 1959 ) .
Propiedades medicinales del Vino de Piña:
Su mágia se encuentra en la bromelina, que es básicamente una enzima proteolítica (proteína rompe enzimas). Hay algunos beneficios para la salud asociados con la enzima bromelaína. El primero es su acción en el proceso digestivo, donde las moléculas complejas de proteínas son fácilmente metabolizadas o se descomponen en otras más simples. Debido a lo anterior, el vino de piña , ayuda a una mejor digestión y es muy suave para el estómago. Segundo aspecto esencial de la bromelina es su papel anti-inflamatorio. Es muy útil en condiciones de artritis, la inflamación severa de las articulaciones de rodilla, daño a los tejidos internos que resulta en la inflamación y en el fenómeno de la prevención del cáncer. Muchas investigaciones indican que un vaso regular de vino de piña es eficaz en la supresión de los síntomas de la osteoartritis. Es muy útil para acelerar la recuperación después de la cirugía.
Si estás en busca de una de esas bebidas alcohólicas que podría ayudar a limpiar los gusanos intestinales perjudiciales, el vino de piña es una buena elección, ya que es un antihelmíntico natural y mata a los gusanos en su etapa larval. Además, tiene un papel activo en la limpieza de colon y desintoxica el hígado.
Fuentes consultadas:
El cultivo de la Piña en Venezuela, por Isabel Montilla de Bravo. Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias ISBN-980-318-104-1
Prontuario de Agricultura General, Impreso en la Habana. Cuba, 1817
Manual de Psiquiatría Médica, por David P. Moore,James W. Jefferson. Traducción española: ISBN 84-8174-849-8 Impreso en España.
Foto: fawesome.ifood.tv
6.360
